A medida que los sistemas operativos avanzan, Linux va ganando poco a poco popularidad. El sistema operativo OpenSource por excelencia ya no es un sistema «solo para hackers», sino que se trata de una perfecta alternativa a Windows y macOS para los que buscan libertad y, sobre todo, dar una segunda vida a su PC. Linux tiene muchas ventajas y características, pero una de las más importantes es la de dar la libertad de elegir al qué quiere hacer con el sistema y los programas, o elementos, que quiere usar.
Una de las primeras cosas en las que nos fijamos a la hora de elegir una distro Linux para nuestro día a día es en el entorno de escritorio. El entorno de escritorio es, a grandes rasgos, la interfaz con la que interactuamos. Los menús, las herramientas, el fondo de pantalla, las ventanas, los programas por defecto… todo eso forma parte del escritorio de Linux. Hay escritorios más sencillos, más complejos, con más efectos, más efectos… Los desarrolladores de las distros son los encargados de elegir qué entorno de escritorio quieren usar. Pero, como es lógico, nosotros podemos instalar el entorno de escritorio que queramos a mano en nuestro sistema.
Vamos a ver cuáles son los más conocidos y qué nos aporta cada uno para poder elegir el que mejor se adapte a nuestros gustos o necesidades.
Ventajas de los actuales entornos de escritorio en Linux
Hay que saber que algunos son derivados de otros, mientras que también los podemos encontrar creados desde cero. Sea como sea, esta diversidad de la que os hablamos en este sentido nos abre un amplio abanico de posibilidades en este sentido. Sirva como ejemplo que, gracias a todo ello, siempre tendremos la posibilidad de elegir el más adecuado en cada y el que más se adapte a las necesidades del . Aquí priman varios apartados, partiendo del visual y gráfico.
Hay que saber que, hace unos cuantos años, la única manera de trabajar con PC era a través de la línea de comandos. De esta manera, todas las acciones que queríamos llevar a cabo, incluso las más sencillas, se ordenaban a base de comandos. Claro está, para todo ello teníamos que aprendernos los comandos más importantes, incluso con sus correspondientes parámetros. Pero eso es algo que se solucionó en gran medida gracias a la aparición de las interfaces gráficas de escritorio para los sistemas operativos. Esto nos permite hacer la mayoría de las tareas de un PC de una manera visual y con unos clics de ratón
Esto es algo que se hizo extensible a los sistemas Linux y sus entornos de escritorio. Pero claro, en ocasiones nos podemos encontrar con que, a la hora de elegir el más adecuado, debido a su cantidad, no sepamos por cuál decantarnos.
Lo primero que debemos haces es añadir el repositorio donde se encuentra este entorno utilizando el siguiente comando:
sudo apt-add-repository ppa:hannes-janetzek/enlightenment-svn
A continuación, actualizamos los repositorios
sudo apt-get update
Y, finalmente, lo instalamos
sudo apt-get install e17
¿Cuál es la mejor opción?
A la hora de elegir en entorno de escritorio en Linux, lo primero que debemos tener en cuenta es que es lo que estamos buscando. Si buscamos una experiencia más similar a Windows, realmente casi todos lo que hemos mencionado en este artículo nos van a ser de utilidad, siendo la mejor opción GNOME.
GNOME cuenta con un diseño moderno e intuitivo, heredado principalmente del polémico Unity. Se trata de un escritorio altamente personalizable (además de tener un amplio número de extensiones), con una gran cantidad de opciones y una integración perfecta con todo tipo de programas y apps. Además, la comunidad es muy atenta y suele estar dispuesta a ayudar. Sin embargo, en comparación con otros, este escritorio consume muchos recursos, lo que no le hace recomendable para ordenadores antiguos. Además, su documentación deja un poco que desear, y recibe demasiados grandes cambios frecuentes, lo que hace que algunos s tengan problemas.
Otra excelente elección, si no nos preocupan los recursos, es KDE. KDE es uno de los escritorios más modernos y revolucionarios que podemos encontrar. Cuenta con una gran capa de personalización gracias a la cual los s pueden cambiar la apariencia, el tema, los iconos y los colores del sistema para adaptarlo a sus necesidades. Además, se trata de un escritorio muy bien integrado, muy estable y potente para s avanzados. Sin embargo, tanto poder le hace pecar de pesado y lento, por lo que no es recomendable para PCs lentos. Además, tanta personalización le hace a veces complejo e inconsistente, lo cual puede dar lugar a problemas y confusión para los s.
Así pues, por último, si lo que buscamos es un escritorio que consuma muy pocos recursos, la opción que estamos buscando LXDE, sin olvidarnos, por supuesto, de LXQt. Estos dos escritorios sacrifican muchas características, especialmente estéticas, a cambio de ofrecer una experiencia mucho más fluida y sencilla.