Cada vez es más habitual que estemos dados de alta en diferentes redes sociales, e incluso en ocasiones con varias cuentas para cada propuesta. No hace falta decir que hay plataformas de estas características enfocadas a todo tipo de contenidos, como por ejemplo sucede con Instagram que se centra en las fotos y los vídeos.
A su vez podríamos considerar que otras propuestas como por ejemplo sucede con Twitter, se enfoca más hacia los textos cortos. Sin embargo, sea cual sea el enfoque de la plataforma social en la que tengamos cuenta, en la gran mayoría de las ocasiones, de un modo u otro, vamos a necesitar subir imágenes. Incluso LinkedIn que es una red social centrada en que encontremos trabajo, lo habitual es que subamos una fotografía personal para ilustrar nuestra cuenta. Con esto lo que os queremos decir realmente es que en ocasiones publicar este tipo de contenidos en Internet se puede convertir en una tarea molesta y hasta compleja.
La principal razón de todo ello es que cada una de estas redes sociales que os comentamos utiliza un Facebook, Instagram, LinkedIn, YouTube o TikTok, entre otras. Así podremos adaptar los diferentes tamaños exigidos por cada red social para nuestras fotos personales y descargar el resultado para su posterior publicación.