Aunque las IAs hoy están a la orden del día, y tenemos decenas de ellas para elegir la que queremos usar, hasta hace unos meses solo podíamos contarlas con los dedos de las manos. Una de las pioneras en este ámbito fue GitHub Copilot, una Inteligencia Artificial, desarrollada por GitHub (Microsoft) especialmente pensada para programadores. Hoy, esta IA (de pago, eso sí) sigue siendo una de las ayudas más potentes para realizar todo tipo de tareas de programación. Pero sus posibilidades no se quedan aquí.
La utilidad de una IA depende directamente de cómo la usemos. Y, en el caso de GitHub Copilot, si solo la estamos usando para generar código, o ayudarnos en el auto-completado de funciones, estamos perdiendo un gran potencial de todo lo que esta IA podría hacer.
Los usos más inteligentes de GitHub Copilot
Por ello, hoy os queremos compartir 10 usos que van más allá de la simple generación de código y que nos van a permitir exprimir al 120% todo el potencial de esta IA.
Para el control de cambios
Resumir cambios. Cuando estamos trabajando en un proyecto, seguramente usemos una herramienta de control de versiones como es GitHub. Así, por ejemplo, podremos tener más controlados los cambios que se han ido realizando para que, si algo sale mal, podamos revertirlo y volver al estado anterior fácilmente. Gracias a esta IA, podemos registrar todos y cada uno de los cambios, con un clic, sin tener que escribir qué es lo que hay en cada uno de los commits que hemos mandado de nuestro proyecto.
Simplificar los pulls request. Si hemos realizado cambios en uno, o varios, archivos de un proyecto, y queremos que este se implemente dentro de la rama principal, tendremos que hacer un pull request, explicando cuáles son todos los cambios que incluye. El problema es que apuntar todos los cambios del código, cuando posiblemente tenga cientos de ellos, es una tarea tediosa. Aquí es donde entra una de las funcionalidades de Copilot, y es que podemos pedirle que escriba un resumen con todos los cambios que se han realizado.
Corrección del código
Corregir código. Por supuesto, no podemos olvidarnos de otra de las funciones más útiles de esta IA: corregir errores en el código. Hay muchas veces que, cuando estamos escribiendo un programa, de repente aparece un error en una línea que hace que, directamente, todo el programa deje de funcionar. En ocasiones, incluso puede que el error ni siquiera aparezca marcado. Así, Copilot puede analizar por completo todo el código de un programa y ayudarnos no solo a dar con los problemas, sino también a erradicarlos.
Copilot también nos puede ayudar a entender los errores de nuestro código cuando la explicación que nos proporciona el IDE sea vaga o abstracta. Incluso es posible usar esta IA para cerrar todas las issues que ya hayamos corregido, o las que han sido enviadas por error y no sean fallos como tal, pudiendo la IA analizarlas en profundidad para decidir si es un fallo real o no, cerrando automáticamente todas las que no lo sean.
editor (VSC) podremos lanzar el comando «@terminal», seguido de la instrucción que queremos realizar, para que se ejecute el comando directamente. Otra posibilidad, muy relacionada con esta, es la de poder obtener ayuda a la hora de ejecutar ciertos comandos, muy útil para cuando no nos acordemos de algunas instrucciones o de algunos parámetros.
¿Vale lo que cuesta Copilot?
Uno de los aspectos más criticados de esta IA siempre ha sido su precio: 10 dólares al mes, o 100 al año. Teniendo en cuenta que ChatGPT, Bard o Bing Chat pueden también generar instrucciones de código, a muchos s les parece un precio excesivo para programar.
No obstante, debemos tener en cuenta que se trata de una IA especializada para programar, mucho más precisa y mejor entrenada que las otras inteligencias artificiales genéricas. Y, además, como hemos visto en este artículo, nos permite realizar una gran cantidad de tareas y funciones adicionales que, con otras IAs, no podemos hacer.
Por lo tanto, si eres programador, sí, su precio está más que justificado; si no eres programador, o eres un aficionado, es un capricho, no muy caro, que te puedes permitir.