Linux, de siempre, ha presumido por tener una seguridad mucho mayor que la de Windows. Y no es para menos. Mientras que el sistema operativo de Microsoft cada mes soluciona decenas de fallos de seguridad, Linux, aunque no es invulnerable, esconde entre sus líneas muchos menos fallos, y de menor gravedad. Pero tarde o temprano estos fallos terminan viendo la luz del día. Y cuando eso ocurre, los sistemas y servidores que tienen instalado este sistema operativo se ven comprometidos y quedan a merced de los piratas hasta que se lance la actualización, como ha pasado con este nuevo fallo oculto en el Kernel Linux.
Hace algunas horas, un investigador de seguridad acaba de revelar un nuevo fallo en el núcleo de Linux. Este fallo, al explotarse, podría brindar al atacante control total sobre el PC. Este fallo de seguridad puede utilizarse para robar datos sin restricciones de permisos e incluso para instalar malware en el PC o servidor vulnerable. El único requisito, eso sí, es tener al PC, ya sea estando sentados delante del sistema o a través de SSH o mediante control remoto.
Popov, investigador de seguridad que ha descubierto este fallo, ha probado con éxito un exploit en un servidor con Fedora 33. Tras comprobar que, efectivamente, la vulnerabilidad podría explotarse, este investigador reportó a la Linux Foundation y a otras organizaciones sobre su existencia el pasado 5 de febrero. Pero no ha sido hasta ahora, por seguridad, cuando finalmente se ha dado a conocer.
Ganar privilegios dentro de Linux y obtener control total
Este tipo de vulnerabilidades son muy comunes dentro de los actualizar los ordenadores con Linux. Este investigador de seguridad, junto al aviso de la vulnerabilidad, envió un parche preparado para solucionar el fallo en el Kernel. Por lo tanto, si nuestra distro utiliza una versión del Kernel con soporte, podremos instalar el parche del núcleo buscando y bajando nuevas actualizaciones en nuestra distro. De lo contrario, deberíamos actualizar el núcleo a mano nosotros mismos.
Son vulnerables todas las versiones del Kernel Linux hasta la 5.10.13 (excluida).
Además de instalar los últimos parches de seguridad en el kernel, también es recomendable proteger siempre nuestro ordenador. Si nadie puede tener físico a él, y evitamos que se puedan conectar de forma remota usando contraseñas fuertes, no podrán explotar este tipo de vulnerabilidades. Así, nuestros datos estarán siempre protegidos.