A medida que van pasando los meses y los años de uso de nuestro ordenador, vamos acumulando más ficheros de todo tipo. Además de los programas y el propio sistema operativo, estos archivos propios se pueden contar por miles. Un claro ejemplo de todo ello nos encontramos con nuestra biblioteca de música digital.
Es más que probable que los más melómanos seáis plenamente conscientes de que la música almacenada en vuestro ordenador ocupa una enorme cantidad de espacio. Al mismo tiempo hay que tener en consideración que ese espacio en las unidades de disco no es ilimitado. De hecho, se podría decir que cada vez es más valioso. La principal razón de ello es que las aplicaciones habituales cada vez ocupan más al ser más completas. De igual modo la cantidad de archivos propios con la que trabajamos y el peso de estos va en paulatino aumento.
Con todo y con ello, en multitud de ocasiones nos encontramos con que tenemos almacenados miles de archivos correspondientes a ficheros de audio. Ya sea disco duro externo o memoria USB. De esta manera tendremos la posibilidad de acceder a esa música siempre que lo deseemos, pero sin malgastar espacio en las unidades de disco principales del ordenador.