Los archivos comprimidos están a la orden del día. Cuando descargamos archivos de Internet, o simplemente queremos compartir con otra persona una serie de ficheros, y queremos hacerlo de forma sencilla, empaquetarlos, o «comprimirlos», es la mejor opción. Hay muchos programas para comprimir y descomprimir archivos. Incluso Windows es capaz de trabajar con ZIP, y muy pronto incluso con otros formatos de archivos como RAR o 7Z. Sin embargo, hay un programa que, cuando hablamos de este tipo de ficheros, siempre destaca sobre los demás: WinRAR.
WinRAR es uno de los compresores de archivos más utilizados en todo el mundo. Este destaca por ser el creador del conocido formato RAR (y el último RAR5), así como por ser el único capaz de comprimir archivos a este formato. El principal problema de este programa es que se trata de un software comercial que, después de los 40 días de prueba, tendremos que comprar si queremos seguir utilizándolo.
cómo descargar WinRAR aquí. Ahora solo queda esperar a ver qué tal es la compresión/descompresión de archivos RAR que va a llegar con Windows 11 23H2. Aunque las primeras pruebas han demostrado que va a tener serios problemas de rendimiento.
Lo peor de WinRAR
Aunque sí es cierto que la vuelta a este compresor me ha sido muy llevadera, y bastante agradable, también es verdad que hay muchas cosas que dejan un poco que desear. La primera de ellas, y es algo que no me explico, es que WinRAR no tiene actualizaciones automáticas. Y esto es un problema, ya que muchos s instalan una versión y se olvidan de ella, dejando sus ordenadores vulnerables a múltiples fallos CVE.
Las funciones de cifrado y seguridad también quedan un poco obsoletas, echando de menos algunas funciones más avanzadas que nos permitieran proteger mejor nuestros datos.