El uso de información personal y confidencial, con el paso de los años va en aumento hasta tal punto que guardamos casi todo en el disco de un PC. Claro, confiamos en la seguridad del mismo, más si tomamos ciertas precauciones por ejemplo en Windows para que nadie pueda acceder a los mismos.
Ya hablemos de entornos relacionados con el ámbito profesional o con el doméstico, lo cierto es que en el ordenador almacenamos hoy día ficheros de todo tipo. Con esto en realidad nos referimos a documentos profesionales, fotos y vídeos personales, credenciales de , datos bancarios y médicos, entre otros muchos. Para proteger todos ellos tomamos determinadas precauciones como poner una contraseña de al sistema, proteger la ejecución de ciertos programas, ocultar carpetas, etc.
Con todo esto que os comentamos lo que en realidad logramos es que el a todo lo personal almacenado en el PC, sea mucho más complicado. Ahora bien, nos podemos llegar a preguntar lo que sucede con todo ello cuando lo usamos en Internet. Como os podréis imaginar, buena parte de esas protecciones se pierden cuando transmitimos esos archivos o carpetas confidenciales, online. Por tanto llegados a este punto una de las mejores opciones de las que podemos echar mano, es de compartir archivos de gran tamaño. A pesar de que estas suelen incluir, por lo que nos aseguran, sus propios sistemas de cifrado, usando uno propio nos aseguramos de que nadie más pueda acceder a esa información personal.