De entre los muchos programas que instalamos en estos momentos en nuestro PC con Windows, los hay más importantes que otros. En gran medida esto depende del uso que hagamos de cada uno de ellos, así como de su objetivo principal. Precisamente por esta razón es por la que los antivirus se han convertido en aplicaciones clave en la mayoría de los equipos, como es el caso de Avast.
Estos son los que nos protegen de todo tipo de malware que intente llegar hasta nuestro PC y sus datos almacenados. Es por ello que están funcionando en segundo plano en todo momento para detectar cualquier posible ataque del que podamos ser víctimas sin esperarlo. Precisamente por esto que os comentamos, por su funcionamiento constante, es por lo que muchos s aún prefieren no usar antivirus alguno.
Y es que los hay que consumen más recursos del equipo de los que nos gustaría, algo que se hace especialmente patente en los PCs más antiguos. Pero al mismo tiempo debemos tener muy presente que estos programas, en la mayoría de las ocasiones, son altamente personalizables. De hecho muchos pueden llegar a preguntarse si es preferible personalizar su funcionamiento, o dejar sus parámetros por defecto. Aquí os vamos a intentar ayudar viendo aquello que más solemos cambiar dentro del antivirus, y si es recomendable modificar ese apartado, o todo lo contrario.
Escaneo automático del sistema operativo
Por regla general estos programas están preparados por defecto para analizar el equipo a diario, ya sea de un modo u otro. Esto es algo que muchos tienden a desactivar para analizar el sistema manualmente cuando lo consideren oportuno. Es una solución alternativa para que el una VPN integrada, un gestor de contraseñas, etc. Todo ello en multitud de ocasiones viene activado por defecto en Avast, algo que en muchas ocasiones podemos desactivar si consideramos que no es necesario.