Windows 11 es un Windows 10 que ha pasado por chapa y pintura, y cada vez lo tenemos más claro. Este nuevo SO, aunque sí que trae algunos pocos cambios más allá de la estética (como una notable mejora de rendimiento), en realidad esconde los mismos errores, y las mismas vulnerabilidades, que Windows 10. Eso sí, lo que sí que hace es eliminar algunas funciones y características de Windows 10 que, o bien no interesaban, o bien han quedado obsoletas y no son necesarias para usar el sistema operativo. Por desgracia, la barra de tareas ha sido uno de los elementos que más ha cambiado, y que más funcionalidad ha perdido.
Desde el momento en el que empezamos a ver las primeras imágenes de Windows 11 nos dimos cuenta de que la barra de tareas iba a ser la protagonista, para mal. Lo primero es que los iconos centrados no terminaban de convencer a los s al ser muy macOS. El poder colocarla exclusivamente en la parte inferior tampoco ayudaba, cuando muchos prefieren
Windows 11 tiene previsto su lanzamiento a lo largo de los meses de octubre o noviembre de este año y, aunque Microsoft aún tendría tiempo para revertir estas funciones, todo apunta a que vamos a tener que aprender a sobrevivir sin ellas. Al menos durante un tiempo.