Las actualizaciones de las diferentes versiones de los sistemas operativos de Microsoft, hablamos de Windows, son elementos clave a lo largo de los años. El problema, como muchos de vosotros ya sabréis de primera mano, son los constantes fallos que algunos de estos parches nos proporcionan.
Desde hace mucho tiempo este se ha convertido en uno de los grandes hándicaps de la empresa, nos referimos a los fallos de las actualizaciones de Windows. Esto es algo que afecta por supuesto a las últimas versiones del sistema, como Windows 10 y 11. Además, estos errores nos pueden aparecer en cualquier momento, tanto en grandes actualizaciones como en parches acumulativos mensuales. Asimismo, estos errores que os comentamos se presentan de diversas maneras.
En ocasiones no nos permiten descargar e instalar la actualización como tal, presentan incompatibilidades con multitud de componentes hardware, o incluso
De este modo, y basándose en algunas pruebas realizadas, en esta situación se ve claramente esa bajada de rendimiento en el de tareas cuando la aplicación está minimizada o no tiene el foco. Hay que tener en consideración que este es un fallo que por el momento se está viendo en determinados procesadores de Intel de última generación.
Curiosamente, ni siquiera es la primera vez que aparecen informes de que Windows 11 baja su rendimiento en este tipo de situaciones. En el pasado mes de septiembre se descubrió que el sistema operativo no se comportaba de forma normal en este mismo sentido. Básicamente, esto quiere decir que si has notado una bajada de rendimiento en Windows 11 tras actualizar, no eres el único, algo que esperamos que Microsoft resuelva en breve.