En la mayoría de las ocasiones, los s de equipos basados en Windows prefieren que el sistema operativo esté adaptado a sus necesidades y gustos. Para ello la propia Microsoft pone en nuestras manos una serie de funciones que nos permiten llevar a cabo todo tipo de tareas de personalización en el sistema operativo.
De este modo, además de lograr un aspecto más acorde con nuestras preferencias de diseño, también ganamos en productividad. Y es que estas funciones de las que os hablamos, no solo se refieren a la interfaz de Windows, sino también a su funcionalidad. Por tanto, como quizá muchos de vosotros ya habéis probado de primera mano en más de una ocasión, dos de los elementos más usados en estos casos son los temas y fondos.
Adapta el aspecto de Windows con fondos y temas
Estos pasan a formar parte del escritorio del sistema, añadiendo de este modo un aspecto más personalizado al mismo. Además, a todo esto le debemos sumar la enorme disponibilidad tanto de temas como de fondos de pantalla para Windows de los que podemos echar mano en estos momentos. De hecho, los podemos encontrar pertenecientes a todo tipo de temáticas, por lo que se adaptan a gustos de todo tipo. Esto es algo que os vamos a mostrar de manera clara en estas mismas líneas.
Como quizá la mayoría de vosotros ya sabréis, asignar los fondos de pantalla al escritorio de Windows es una tarea bastante sencilla. Esto es algo que podemos llevar a cabo desde la aplicación de Configuración a la que accedemos con la combinación de teclas Win + I. A partir de ahí, ya nos podremos situar en la opción de Personalizar, donde, en la parte izquierda de la ventana, encontramos el apartado de Fondos.